La artista Rosalía presenta “Lux”, su cuarto álbum de estudio, que marca una clara evolución creativa. En este proyecto, fusiona géneros como el pop, la ópera, el flamenco y la música sinfónica, trabajando con la Orquesta Sinfónica de Londres y coros —una apuesta por lo monumental y lo meditativo al mismo tiempo. Según varios medios, el álbum cuenta con canciones interpretadas en 13 idiomas distintos, incluyendo catalán, árabe, latín, ucraniano y japonés, lo que refuerza su ambición de conectar más allá de fronteras culturales.

El concepto de “Lux” gira en torno a temas de espiritualidad, misticismo femenino, transformación y trascendencia. La propia Rosalía ha explicado que dedicó largas temporadas a la investigación lingüística, fonética y cultural para este disco, trabajando cada idioma como una herramienta de expresión artística y humana. En su letra y en la producción se advierte ese tono ritualístico: lo terrenal frente a lo divino, lo íntimo frente a lo grandioso.

Con este lanzamiento, Rosalía no sólo entra en una nueva etapa de su carrera, sino que desafía las expectativas del pop contemporáneo al apostar por una experiencia sonora más compleja y reflexiva. “Lux” no va sólo de canciones-éxito, sino de obra que busca ser escuchada en su totalidad, comprendida como un viaje emocional y estético.

El productor argentino Bizarrap y el ícono del reguetón Daddy Yankee unieron fuerzas en una colaboración que ha causado furor en todo el mundo: la BZRP Music Sessions #0/66. El tema, lanzado junto a un impactante video, rinde homenaje a los orígenes del reguetón clásico con una mezcla de ritmos caribeños, percusión intensa y un estilo que evoca la esencia de los años dorados del género. En pocas horas, la canción acumuló millones de reproducciones y se convirtió en tendencia global en redes sociales.

Para Daddy Yankee, esta sesión marca una especie de renacimiento artístico. Aunque el artista había anunciado su retiro en 2023, reaparece con un mensaje más reflexivo y espiritual, dejando ver una etapa más madura de su carrera. En sus versos, combina la energía del reguetón con letras profundas sobre la fe, la vida y el legado, mientras Bizarrap aporta su característico toque moderno y su impecable producción, que equilibra nostalgia con frescura.

El lanzamiento no solo emocionó a los fanáticos, sino que también reavivó el debate sobre la evolución del reguetón y su retorno a los sonidos clásicos. La colaboración entre ambos artistas representa un puente entre generaciones: la leyenda que consolidó el género y el productor que marca el ritmo del presente. Sin duda, esta sesión se perfila como uno de los hitos musicales del año, reafirmando la vigencia del reguetón en la escena mundial.