Un ataque aéreo israelí impactó la escuela Dar Al-Arqam en Ciudad de Gaza, causando la muerte de al menos 27 personas, entre ellas 18 niños, y más de 100 heridos, en su mayoría mujeres y menores. La escuela servía como refugio para miles de desplazados que habían abandonado sus hogares debido a los bombardeos previos en la región.

El gobierno gazatí, controlado por Hamás, condenó el ataque, calificándolo de «nueva masacre» y acusando a Israel de continuar una campaña genocida en la Franja de Gaza. Señalaron que los equipos de emergencia enfrentaron dificultades para acceder al lugar debido a la destrucción y al colapso del sistema sanitario local. ​

Por su parte, el Ejército israelí justificó el bombardeo afirmando que el objetivo eran «destacados terroristas» que se encontraban en un centro de mando en la zona de Ciudad de Gaza, sin mencionar directamente la escuela en su comunicado. Aseguraron que dicho centro de mando era utilizado para planificar y ejecutar ataques contra civiles y soldados israelíes. ​

Los embalses de Mazar y Paute han alcanzado caudales récord debido a las fuertes lluvias registradas en Ecuador en los últimos días. Según las autoridades, estos niveles de agua no se habían visto en años, lo que representa tanto un alivio para la generación hidroeléctrica como un riesgo potencial de desbordamientos si las precipitaciones continúan. Los expertos monitorean la situación para evitar afectaciones en las zonas cercanas.

El aumento en el caudal ha sido impulsado por las intensas lluvias en la región, que han incrementado el flujo de los ríos que alimentan estos embalses. Esto ha permitido que las centrales hidroeléctricas operen con mayor capacidad, beneficiando el suministro energético del país. Sin embargo, las autoridades han advertido sobre la posibilidad de descargas controladas para prevenir desbordamientos que puedan afectar a comunidades cercanas.

Ante esta situación, se han activado protocolos de seguridad para evaluar el comportamiento de los embalses y su impacto en el sistema eléctrico nacional. Se recomienda a la ciudadanía mantenerse informada a través de los canales oficiales y seguir las indicaciones en caso de eventuales alertas. Mientras tanto, el sector energético ve en esta situación una oportunidad para fortalecer la producción hidroeléctrica y reducir la dependencia de fuentes térmicas.

La ciudad de Guayaquil vivió una de las precipitaciones más intensas del año, causando inundaciones en varios sectores y afectando la movilidad de los ciudadanos. Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), la tormenta del 1 de abril fue la más fuerte registrada en 2025, con lluvias que superaron los niveles habituales para la época. Calles, avenidas y viviendas quedaron bajo el agua, generando caos en el tránsito y preocupación entre los habitantes.

Los sectores más afectados incluyeron el centro y el sur de la ciudad, donde los sistemas de alcantarillado colapsaron ante la cantidad de agua acumulada. Videos en redes sociales mostraron autos atrapados en las inundaciones y personas intentando cruzar calles convertidas en ríos. Autoridades municipales desplegaron equipos de emergencia para atender los incidentes, mientras que el Cuerpo de Bomberos y la Policía ayudaron a rescatar a personas atrapadas.

El Inamhi advirtió que las lluvias continuarán en los próximos días debido a condiciones climáticas inestables. Las autoridades hicieron un llamado a la población a tomar precauciones y evitar zonas de riesgo. Además, se anunció que se reforzarán trabajos de mantenimiento en el sistema de drenaje pluvial para evitar nuevos colapsos ante futuras tormentas.