
Desde el 13 de septiembre de 2025, Ecuador ha eliminado el subsidio al diésel que había estado vigente por más de 50 años, lo que provocó que el precio de este combustible pasara de US$ 1,80 a US$ 2,80 por galón. A pesar de este aumento, el país mantiene todavía uno de los precios de diésel más bajos en la región.
Comparado con otros países sudamericanos, sólo Venezuela y Bolivia tienen diésel más barato que Ecuador. En contraste, naciones como Uruguay, Perú, Chile y Argentina tienen tarifas mucho más elevadas, lo que coloca al Ecuador en una franja de precios competitivos aunque con el nuevo ajuste.
El Gobierno ecuatoriano justifica la medida con la necesidad de aliviar la presión fiscal del estado, reducir el contrabando de diésel hacia los países vecinos (Colombia y Perú), y frenar actividades ilegales como la minería de combustibles. Sin embargo, se prevé un impacto inflacionario en sectores clave como transporte, alimentos y manufactura, lo que ha generado preocupación social.