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La primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Mishel Mancheno (ADN), hizo pública el jueves 21 de agosto la denuncia en contra de la legisladora correísta Nuria Butiñá. A través de un video en su cuenta de X, Mancheno afirmó que hay “pruebas claras” que apuntan a que Butiñá habría exigido aportes indebidos a un exasesor, además de amenazas y hostigamiento. “La Asamblea debe ser un espacio de ética, de transparencia y de respeto” — enfatizó Mancheno.


Ante estas acusaciones, Niels Olsen, presidente de la Asamblea, reaccionó inmediatamente. A través de sus redes sociales, fue enfático: “Aquí no hay lugar para los vivos ni ‘majaderos’ que se aprovechan de su cargo y abusan de sus trabajadores”. Convocó al Consejo de Administración Legislativa (CAL) y anunció que la denuncia será enviada al Comité de Ética para que se valoren las pruebas.


Según lo expuesto por Mancheno, el caso involucra presunta concusión. Un exasesor de Butiñá habría manifestado que entre mayo y agosto de 2025 fue objeto de demandas indebidas: entrega de parte de su salario, modificaciones de declaraciones juramentadas y acoso continuado. Mancheno insistió en que “diezmos, amenazas y abusos… eso es lo que no puede repetirse en la Asamblea Nacional”.

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