Estados Unidos y Rusia estarían elaborando un plan confidencial de 28 puntos con el objetivo de poner fin al conflicto en Ucrania, según reportes citados por medios como Axios. Este borrador contempla garantías de seguridad para Europa y una redefinición estratégica de la relación entre Washington, Moscú y Kiev, pero lo más polémico es que ni Ucrania ni sus aliados europeos han sido convocados a esta mesa inicial de negociaciones.
El proceso estaría liderado por figuras vinculadas al círculo diplomático estadounidense y ruso: Steve Witkoff —enviado del expresidente Donald Trump— por parte de EE.UU., y Kiril Dmitriev, emisario del Kremlin. Estas conversaciones secretas se han desarrollado lejos de la atención pública y podrían marcar un giro trascendental en la guerra, si se concretan los términos del acuerdo.
Aunque la propuesta representa una esperanza para la paz, expertos advierten que su implementación no será sencilla. Rusia exige concesiones sobre territorios, y Estados Unidos debe manejar las sanciones actuales y el rechazo de Kiev a un pacto sin su participación directa. Además, según diplomáticos estadounidenses como Marco Rubio, cualquier proceso de paz “tomará tiempo” y requerirá compromisos difíciles para todas las partes implicadas.