
Un amplio sector del transporte público de Lima y la provincia del Callao acató un paro este lunes 6 de octubre de 2025 en protesta contra la falta de respuesta estatal frente al incremento de extorsiones y agresiones por parte de organizaciones criminales. La medida se tomó después del asesinato de un conductor en San Juan de Miraflores y del ataque a otro chofer en San Juan de Lurigancho, eventos que desataron alarma entre los trabajadores del volante.
La suspensión del servicio generó severos trastornos en la movilidad urbana: escasez de unidades, congestión de pasajeros que buscaban llegar al trabajo, y enfrentamientos entre quienes intentaban trasladarse y piquetes de choferes en huelga. En Carabayllo se registraron bloqueos viales y quema de neumáticos como parte de las protestas. Para contener la situación, la Policía Nacional movilizó unos 2.000 agentes bajo el plan “Amanecer Seguro”.
Ante la crisis, el Ministerio de Trabajo instó a las empresas de transporte a adoptar medidas flexibles, como el trabajo remoto, y el Gobierno propuso declarar en emergencia el sector e implementar la compra directa de cámaras de seguridad para buses. Mientras tanto, los transportistas, organizados tras advertencias previas de retomar la protesta en caso de nuevos ataques, contemplan movilizaciones hacia el Congreso como medida para exigir garantías concretas.