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A pesar de que durante el juicio Lyle y Erik Menéndez alegaron haber sufrido abusos a manos de su padre y la indiferencia de su madre, la fiscalía no creyó en sus testimonios y sostenía que su verdadero objetivo era heredar el patrimonio de sus padres. En 1996, ambos fueron condenados a cadena perpetua.

Con el lanzamiento de la producción que se basa en su historia, Cliff Gardner, uno de los abogados de los hermanos Menéndez, comunicó a CNN que están al tanto de la serie. Al responder a un correo electrónico, Gardner afirmó que, según su conocimiento, Lyle y Erik no participaron en la producción.

Sobre sus opiniones respecto a cómo son retratados en la serie, especialmente en su título, Gardner comentó: “Estoy bastante seguro de que tienen una opinión, aunque no he estado en contacto con ellos desde que se emitió”.

El caso de los hermanos Menéndez

José Menéndez, un ejecutivo musical de 45 años en RCA Records, y su esposa Mary Louise “Kitty” Menéndez, de 47, fueron asesinados en un brutal tiroteo en su hogar. Fue Lyle, el hermano mayor, quien hizo la llamada al 911, entre llantos, diciendo: “Alguien mató a mis padres”. La grabación de esa llamada, que fue difundida por los medios y es parte de la serie, comienza de la siguiente manera:

“Emergencias: —Beverly Hills, emergencias. Lyle Menéndez: —Sí. Emergencias: —¿Qué sucede? Lyle Menéndez: —Somos hijos de… Emergencias: —¿Qué sucede? Lyle Menéndez: —Alguien mató a mis padres. Emergencias: —¿Qué? ¿Quién? ¿Siguen allí? Lyle Menéndez: —Sí. Emergencias: —¿Les dispararon? Lyle Menéndez: —Sí (…)”

Aunque inicialmente los hermanos Menéndez negaron haber matado a sus padres, luego admitieron su culpabilidad, aunque insistieron en que no lo hicieron por motivos económicos. Durante el primer juicio, que fue transmitido por televisión, ofrecieron detalles sobre los abusos sexuales que habían sufrido a manos de su padre.

En 1995, su abogada Leslie Abramson argumentó que no se trataba de un asesinato intencional, señalando que los hermanos actuaron por miedo. “Si es miedo y no mala intención, no es asesinato”, afirmó, según lo reportado por CNN. La defensa sostenía que no debían ser condenados por homicidio premeditado, ya que habían actuado en defensa propia tras una vida de abusos por parte de su padre, mientras que su madre no intervenía.

La fiscalía, sin embargo, desestimó sus testimonios, afirmando que los hermanos actuaron por codicia y buscaban beneficiarse del patrimonio familiar, que se estimaba en 13 millones de dólares. El primer juicio, que fue transmitido en vivo, se llevó a cabo en 1993 y se declaró nulo en 1994 tras no llegar a un veredicto.

El segundo juicio ocurrió en 1996, donde el jurado llegó a un veredicto tras tres días de deliberación, condenándolos por homicidio premeditado. Actualmente, Lyle Menéndez, de 56 años, y Erik Menéndez, de 51, cumplen cadenas perpetuas en la misma prisión de California sin posibilidad de libertad condicional.

Petición de hábeas corpus

En mayo de 2023, los abogados de los hermanos Menéndez presentaron una solicitud de hábeas corpus, argumentando que había nuevas pruebas que podrían justificar la anulación de sus condenas. Según documentos judiciales, presentaron dos piezas de evidencia que contrarrestaban la narrativa de los fiscales. Una de ellas es una carta escrita por Erik a su primo ocho meses antes de los homicidios, en la que describe los abusos sufridos por su padre.

La carta fue descubierta por la hermana menor de José Menéndez y madre de Andy, Marta Cano, quien la compartió con el periodista Robert Rand en abril de 2018. En ella, Erik menciona: “Sigue ocurriendo, Andy, pero ahora es peor para mí”.

Además, la defensa incluyó el testimonio de Roy Roselló, exintegrante del grupo musical Menudo, quien alegó haber sido abusado sexualmente por José Menéndez durante su adolescencia. Esta información fue revelada en el documental “Menéndez + Menudo: Boys Betrayed”, estrenado en mayo de 2023.

Los abogados argumentaron que estas nuevas evidencias no solo demuestran que José Menéndez era un hombre violento y abusador, sino que sugieren que continuó abusando de Erik hasta diciembre de 1988. Esto respalda la argumentación de la defensa, que siempre sostuvo que los hermanos actuaron por miedo y no por avaricia.

Los abogados pidieron al tribunal que anule las condenas y sentencias o que permita la presentación de pruebas y una audiencia probatoria. Hasta el momento, no ha habido novedades al respecto. Gardner informó que el tribunal ha solicitado una respuesta escrita del Estado, que aún no ha llegado, y que se espera para finales de noviembre.

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