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Dos errores individuales de Sheila García y María Méndez costaron caro al equipo de Toril, que compitió de igual a igual en Stamford Bridge contra el Chelsea, uno de los principales aspirantes a ganar la Champions.

Por tercera vez en los últimos tres años, el Real Madrid cayó en Londres ante el Chelsea. Las blancas sufrieron su primera derrota de la temporada en Stamford Bridge, en un encuentro donde dos errores tras saques de esquina costaron caro a un equipo que, en términos de juego colectivo, compitió de igual a igual con uno de los favoritos para ganar la Champions. Un autogol de Sheila García, que jugó como titular en el lateral derecho en lugar de Oihane Hernández, y un penalti cometido por María Méndez, convertido por Reiten, penalizaron al conjunto de Alberto Toril en la primera mitad, a pesar de que habían ganado sus siete partidos anteriores. Aunque el equipo tuvo momentos de control y ocasiones, incluyendo goles de Alba Redondo y Linda Caicedo, el Madrid se hundió en la capital británica en su debut de esta temporada en la Liga de Campeones, donde pequeños detalles y errores individuales les costaron muy caro. Mayra Ramírez anotó el tercer gol en la segunda mitad, y a seis minutos del final, Caicedo, que entró por Tere Abelleira, redujo la diferencia, pero en el intento final, el Madrid no logró rescatar un punto y deberá enfrentarse a un margen de error reducido contra el Celtic y el Twente en las próximas jornadas en su lucha por los cuartos de final.

El debut del Madrid se complicó desde el segundo minuto. Bajo una intensa lluvia que no cesó durante la primera mitad y que hizo que el césped se volviera rápido, las blues marcaron antes de establecer su juego. Sheila García, al perder de vista el balón en un centro de Kaptein, vio cómo este le impactaba en la cabeza y rebotaba hacia la red, pegado al palo izquierdo de Misa. Este gol fue un duro golpe para un equipo que se enfrentaba esa noche por primera vez a uno de los grandes clubes de Europa, tras haber incorporado ocho refuerzos en verano, quienes están destinados a elevar el nivel competitivo del equipo.

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Tras el gol, el Real Madrid recuperó la calma y el control a través de combinaciones en el mediocampo. Tere Abelleira, con su gran habilidad para jugar en corto y largo, comenzó a asociarse con Weir, Angendahl y Leupolz, mientras que Olga Carmona aportaba profundidad con sus avances por la banda izquierda. Las blancas se asentaron en el campo del Chelsea, aunque no lograron inquietar a la portera Musovic, quien detuvo sin problemas un tiro de Weir, el primer intento del equipo de Toril.

Con el Madrid mostrando una mejoría y plantando cara a las blues, un error de María Méndez en un saque de esquina volvió a costarle caro. La defensa, centrada en despejar el balón, no se dio cuenta de que Nusken se adelantaba y, en lugar de golpear la pelota, le pateó la pierna a la centrocampista alemana. Misa adivinó la dirección del penalti lanzado por Reiten, pero este fue potente y se coló cerca del travesaño.

Una vez más, el Madrid se repuso gracias a la conexión entre sus centrocampistas y la verticalidad de Carmona. Después de una excelente jugada con Abelleira, Angendahl y Weir, la lateral superó a Rytting Kaneryd, llegó a la línea de fondo y envió un centro que, tras varios rebotes, terminó en los pies de Redondo. La delantera, que ya había intentado a Musovic con un tiro cruzado minutos antes, anotó con un derechazo que pasó entre las piernas de la portera sueca justo antes del descanso.

El equipo, dirigido por Sonia Bompastor—la primera y única mujer en ganar la Champions como jugadora (2011 y 2012) y entrenadora (2022), todas con el Lyon—salió del vestuario con otro enfoque. Su presión intensa y juego vertical impidieron que el Madrid se asentara en el campo rival al inicio de la segunda parte. Las blues volvieron a marcar con un remate de Mayra Ramírez, quien llegó al Chelsea en enero desde el Levante en un traspaso récord. El cabezazo de la colombiana describió una extraña parábola que sorprendió a Misa, dejando la impresión de que pudo haber hecho más para evitar el gol.

Toril reemplazó a Abelleira, quien había recibido una tarjeta amarilla por protestar dos minutos antes, y dio entrada a Caicedo. La joven colombiana, de solo 19 años, volvió a mostrar su extraordinario potencial y anotó el gol del empate en el minuto 84 tras un disparo de Eva Navarro, que había sustituido a Athenea del Castillo, quien no había estado activa en ataque. El Madrid se lanzó al frente en un esfuerzo final, donde Lakrar cabeceó un centro de Weir que terminó en las manos de Musovic, dejando al Real otro año más sin conseguir resultados en Londres. Para evitar problemas por tercera temporada consecutiva en la fase de grupos, el equipo debe reaccionar el próximo jueves ante el Celtic en el Alfredo di Stéfano.

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