El ministro de Energía y Minas, Antonio Gonçalves, informó este mediodía sobre la crítica situación energética que enfrenta el país debido a la peor crisis hídrica de las últimas seis décadas. En su intervención, el ministro subrayó que el Gobierno está comprometido con la transparencia y no ocultará la gravedad de la situación.
La situación del embalse de Mazar es especialmente preocupante, ya que su nivel ha caído a 2.114 metros y se aproxima a los 2.100, lo que podría llevar a una pérdida de control del embalse y hacer que el país dependa completamente de las lluvias. Gonçalves destacó que la matriz energética del país depende en un 72% del agua, por lo que el escenario de crisis ha obligado a implementar cortes programados de luz para mitigar la situación.
En cuanto a los cortes, el ministro anunció que, a partir de ahora, se comunicarán semanalmente cada viernes, con el objetivo de evitar situaciones imprevistas como la falta de aviso sobre los apagones que se extenderán hasta el 29 de septiembre. Si la situación hídrica mejora, la duración de los cortes podría reducirse de cuatro a dos horas diarias, afectando menos a la población.
Por otro lado, Gonçalves advirtió que un exceso de lluvias podría causar un aumento de sedimentos en la central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, lo que pondría en riesgo su operación y podría generar cortes inesperados.
En resumen, las autoridades revisarán semanalmente los datos hidrológicos para anunciar los cortes programados con antelación y ajustar las medidas de acuerdo a la evolución de la crisis.