
Un tiroteo masivo tuvo lugar el 27 de agosto de 2025, durante una misa escolar en la Escuela Católica Annunciation de Minneapolis, marcando la primera semana del curso. El atacante, identificado como Robin Westman, de 23 años, disparó desde el exterior a través de las ventanas usando tres armas —un rifle, una escopeta y una pistola adquiridas legalmente—, matando a dos niños de 8 y 10 años e hiriendo a otras 17 personas, entre ellas 14 menores y 3 feligreses ancianos. Westman se quitó la vida posteriormente en el estacionamiento.
Las fuerzas del orden investigan el ataque como un posible acto de terrorismo doméstico y crimen de odio contra la comunidad católica.
Un detalle impactante es que la madre del agresor, Mary Grace Westman, había trabajado como secretaria parroquial en la misma escuela durante cinco años, hasta su jubilación en 2021. Westman ya había sido estudiante del centro, lo que convierte el incidente en un choque profundamente personal dentro de esa comunidad.
En medio del caos, emergieron relatos conmovedores de valentía y solidaridad: un alumno de quinto grado, Weston Halsne, contó cómo su amigo Victor lo protegió durante la balacera, deteniéndose incluso frente a las balas para cubrirlo. Además, una niña de 12 años, Sophia Forchas, resultó gravemente herida; su madre, enfermera de cuidados intensivos, estaba atendiendo emergencias en el hospital al que fue llevada su hija, sin saber inicialmente que su propia hija estaba entre las víctimas.