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Un grupo de activistas, entre ellos la ambientalista sueca Greta Thunberg, fue detenido el lunes cuando la marina israelí interceptó el barco “Madleen” —parte de la Flotilla de la Libertad— en aguas internacionales, mientras se dirigía a Gaza con ayuda humanitaria simbólica. Las autoridades trasladaron a los 12 ocupantes al puerto de Ashdod y luego al aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv.

La mañana del martes, cuatro de los activistas, entre ellos Thunberg, aceptaron firmar documentos de deportación y abandonaron Israel: ella viajó rumbo a Suecia con escala en Francia. Los otros ocho se negaron a ser expulsados y fueron retenidos para comparecer ante el Tribunal de Revisión de Detenciones en Ramla.

Thunberg calificó el abordaje de “acto ilegal” y “secuestro en aguas internacionales” tras aterrizar en París, y denunció el bloqueo a Gaza y la crisis humanitaria que sufre la población palestina. Desde allí, hizo un llamado a que sus seguidores presionen a sus gobiernos para poner fin a la ocupación, exigir un alto al fuego y garantizar la entrada de ayuda digna a Gaza .

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