Anna Kepner, de 18 años y porrista, fue encontrada muerta el 8 de noviembre en su camarote del crucero Carnival Horizon, durante un viaje por el Caribe. Su cuerpo estaba envuelto en una manta y cubierto por chalecos salvavidas, oculto bajo la cama, lo que ha elevado las sospechas sobre lo ocurrido.
El caso ha sido asumido por el FBI, dado que la muerte ocurrió en aguas internacionales, lo que les da jurisdicción para investigar posibles causas criminales. Entre las líneas que se analizan están un altercado familiar, una emergencia médica o incluso una sobredosis, según fuentes citadas por medios estadounidenses.
De manera significativa, documentos judiciales han señalado a uno de los hermanastros de Anna como posible sospechoso. Asimismo, los investigadores ya revisan registros de cámaras del barco, acceso a la cabina y entrevistas con tripulación, pasajeros y familiares mientras esperan los resultados forenses.