Con el tiempo, gracias a mi experiencia con el maquillaje y las conversaciones con amigos maquilladores, he identificado varias razones por las cuales tu rímel puede dejar grumos en las pestañas:
1) El producto está vencido: Las máscaras de pestañas (al igual que cualquier producto de maquillaje o cuidado de la piel) tienen una fecha de caducidad, que suele estar en la caja o el envase. Cuando el rímel caduca, comienza a secarse y forma grumos. Lo ideal es reemplazar el tubo cada tres meses para evitar grumos y posibles infecciones oculares.
2) Estás usando demasiadas capas de rímel: Si bien es común aplicar varias capas de máscara, usar demasiadas puede causar grumos. Para evitar esto, asegúrate de que cada capa se seque antes de aplicar la siguiente y trata de no exceder las tres capas.
3) Tu cepillo está sobrecargado: Si notas que el cepillo tiene demasiado producto acumulado, raspa el exceso contra el interior del tubo y limpia el cepillo con una toalla desmaquillante.
4) No lo estás aplicando bien: Al aplicar el rímel, comienza en la base de las pestañas y sube hacia las puntas con un movimiento en zigzag. Esto ayuda a evitar grumos.
5) Tus pestañas no están preparadas: El rímel es más propenso a formar grumos si tienes restos de maquillaje de la noche anterior o si no has peinado bien tus pestañas.
Cómo evitar los grumos en las pestañas:
- Guarda tu máscara de pestañas a temperatura ambiente.
- Si el rímel se ha secado, coloca el tubo en una taza de agua caliente durante 5 minutos.
- Limpia el pincel al menos una vez por semana.
- Si después de aplicar el rímel ves grumos, usa un cepillo para pestañas para eliminar el exceso de producto.
- Si tu rímel tiene más de 3 meses, es momento de desecharlo.