El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó el 17 de diciembre de 2025 que Venezuela “les quitó los derechos petroleros” a las empresas estadounidenses y que quiere recuperarlos, en un contexto de creciente presión contra el gobierno de Nicolás Maduro. Estas declaraciones se dieron un día después de que Trump anunciara un bloqueo total a la entrada y salida de buques petroleros sancionados por parte de Venezuela, como parte de su estrategia para exigir la devolución de activos y presionar al régimen venezolano.
Trump insistió ante la prensa que “nos quitaron todos nuestros derechos energéticos” y que busca que se restablezcan esos derechos petroleros, argumentando que las empresas estadounidenses fueron expulsadas de manera “ilegal” del país sudamericano. La industria petrolera venezolana fue nacionalizada en 1976 y en 2007 se obligó a las transnacionales a convertirse en socias minoritarias o retirarse del mercado, lo cual Washington ahora cuestiona como injusto.
La escalada con Venezuela también incluye sanciones más amplias y acciones militares en la región, mientras el gobierno venezolano ha respondido con fuertes críticas y rechaza las medidas estadounidenses como amenazas y violaciones al derecho internacional. A pesar del bloqueo anunciado, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) asegura que las exportaciones de crudo siguen “con normalidad”, aunque la tensión diplomática y económica continúa incrementándose entre ambos países.