Ciencia desvela el enigma del Triángulo de las Bermudas: olas gigantes, no extraterrestres
El Triángulo de las Bermudas ha sido durante décadas un foco de misterio debido a relatos de barcos y aviones que desaparecían sin dejar rastro, alimentando teorías que iban desde abducciones extraterrestres hasta portales interdimensionale. Sin embargo, recientes declaraciones del oceanógrafo británico Simon Boxall, de la Universidad de Southampton, sugieren que la respuesta es mucho más natural que fantástica.
Boxall plantea que el verdadero peligro se encuentra en las llamadas “rogue waves” o olas gigantes: formaciones oceánicas extremas que pueden alcanzar hasta 30 metros de altura, casi el doble del tamaño de las olas habituales. Su pendiente empinada y su imprevisibilidad —apareciendo desde múltiples direcciones al mismo tiempo— las convierte en amenazas casi imposibles de afrontar, capaces de hundir una embarcación en tan solo dos o tres minutos.
Boxall descarta de manera categórica la intervención de fenómenos sobrenaturales como OVNIs, agujeros negros o fuerzas externas inexplicables. Señala que, de existir un agujero negro en esa región del Atlántico, cualquier objeto que se acercara desaparecería por completo, algo que no ocurre en la práctica. Su hipótesis apela a fenómenos naturales y bien documentados, lo que debilita considerablemente las explicaciones míticas que han rodeado durante tanto tiempo al triángulo.