
Las fuertes precipitaciones registradas entre abril y julio de 2025 en las provincias amazónicas de Sucumbíos y Napo han impulsado un proceso de erosión regresiva en el río Coca y sus afluentes, reduciendo la distancia entre el frente erosivo y la captación de la central Coca Codo Sinclair de 6,1 km a 4,7 km en apenas semanas, según informes de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).
El 1 de julio, el río alcanzó un caudal máximo de 2 088 m³/s, provocando una erosión lateral significativa en zonas clave como la margen izquierda del río Loco, afluente del Coca. Este fenómeno no solo amenaza la presa, sino también infraestructuras petroleras (como el OCP) y la carretera E45. Por precaución, OCP suspendió temporalmente el bombeo de crudo, mientras Celec mantiene un monitoreo constante de la situación.
Frente a la emergencia, Celec ejecuta obras de protección: encauzamientos, refuerzo de taludes, construcción de espigones y un dique permeable –con un progreso del 47 %. Respaldados por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE UU, estos trabajos buscan frenar el avance de la erosión antes de que alcance la infraestructura hidroeléctrica, cuyo colapso, según la entidad, no es inminente pero podría agravarse en caso de prolongarse la temporada de lluvias, que podría extenderse hasta finales de julio.