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El principal tema de la conversación, en la que también estuvo presente la vicepresidenta Kamala Harris, fue el reciente ataque con misiles balísticos del régimen contra Israel y los próximos pasos de las Fuerzas de Defensa.

El presidente Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu tuvieron el miércoles su primera llamada en siete semanas. La conversación se da en un momento en que Israel intensifica su incursión terrestre en Líbano y evalúa cómo responder al reciente ataque con misiles balísticos de Irán.

“La Casa Blanca informó que esta mañana el presidente Biden conversó con el primer ministro Netanyahu de Israel, y la vicepresidenta Harris también participó en la llamada. Se publicará un informe sobre la conversación más tarde”, indicó un comunicado.

Israel ha estado evaluando cómo reaccionar ante el ataque de misiles iraníes del 1 de octubre, que Estados Unidos ayudó a repeler. La semana pasada, Biden declaró que no respaldaría un ataque de represalia israelí contra instalaciones vinculadas al programa nuclear de Irán.

Las opciones de Israel van desde un ataque mayormente simbólico, similar a su respuesta tras los ataques con misiles y drones de Irán en abril, hasta atacar instalaciones petroleras y otras infraestructuras.

Desde la última llamada entre los líderes, Israel ha llevado a cabo una agresiva campaña de sabotaje y asesinatos contra Hezbollah, respaldado por Irán, en Líbano, donde el grupo terrorista continúa lanzando misiles, cohetes y drones hacia Israel.

Israel está realizando lo que ha denominado operaciones terrestres limitadas en su frontera norte con Líbano para desmantelar a Hezbollah. Los ataques aéreos resultaron en la muerte del líder del grupo, Hassan Nasrallah, y debilitaron su estructura de mando.

El mes pasado, una serie de explosivos ocultos en localizadores y walkie-talkies utilizados por Hezbollah estallaron, causando la muerte de decenas de personas y lesiones a miles, incluidos muchos civiles. Se sospecha que Israel está involucrado en este atentado.

Estados Unidos ha aumentado su presencia militar en la región para proteger a Israel y sus intereses en Oriente Próximo. Washington ha sido cada vez más enfático con las autoridades israelíes sobre la importancia de mantener informado sobre sus decisiones para asegurar la protección de las fuerzas estadounidenses.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tenía planeado reunirse el miércoles con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, pero la visita fue pospuesta por parte de los israelíes, según indicó la portavoz del Pentágono, Sabrina Singh.

La conversación entre Biden y Netanyahu se llevó a cabo un día después de que el nuevo libro del periodista Bob Woodward, titulado “Guerra”, revelara la frustración y desconfianza que Biden ha expresado en privado hacia el líder israelí.

Según el libro, el presidente tuvo una fuerte diatriba, refiriéndose a Netanyahu como “hijo de puta” y “malnacido”. Biden expresó sentir que Netanyahu “le había estado mintiendo regularmente”, mencionando que este continuaba afirmando que iba a eliminar a todos los miembros de Hamás. Woodward señaló que Biden le había advertido que eso era imposible, amenazando tanto en privado como en público con suspender el envío de armas ofensivas de EE.UU.

La Casa Blanca se negó a comentar al respecto.

Por otro lado, la oficina de Netanyahu informó que el primer ministro había hablado recientemente con el ex presidente Donald Trump. Trump, quien se encuentra en medio de una reñida carrera por la Casa Blanca contra la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, llamó a Netanyahu la semana pasada para “felicitarlo por las intensas y decididas operaciones que Israel realizó contra Hezbollah”, según su oficina.

Un aliado de Trump, el senador republicano Lindsey Graham, también participó en esa llamada.

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