Después de una serie de películas que combinan romance con el programa espacial, como «Figuras ocultas» y «First Man», «Fly Me to the Moon» aprovecha la misión Apolo 11 como escenario para un romance clásico. Aunque la película no se apoya demasiado en la comedia, destaca principalmente como un vehículo para las actuaciones de Scarlett Johansson y Channing Tatum, a pesar de no lograr un éxito total.
Johansson interpreta a una especialista en marketing corporativo, un papel irónico considerando que la campaña de marketing de la película misma no es tan clara como debería ser sobre sus expectativas.
La trama incluye una subtrama sobre la creación de una versión falsa de la llegada a la Luna, un plan ideado por un agente gubernamental sombrío (Woody Harrelson) vinculado al gobierno de Nixon. Sin embargo, el núcleo de la película está en la química entre los protagonistas, que se sienten atraídos el uno por el otro pero encuentran obstáculos que los mantienen separados.
La historia se centra menos en teorías conspirativas y más en la tensión entre el director de lanzamientos de la NASA, Cole Davis (interpretado por Tatum), y Kelly Jones (Johansson), quien es contratada para «vender la Luna» a un público escéptico utilizando su habilidad para distorsionar la verdad y cerrar tratos.
Casi 55 años después de que Neil Armstrong diera su «gran salto» en la Luna, el director Greg Berlanti y la guionista Rose Gilroy presentan un toque de cinismo acorde con los tiempos actuales, contrastándolo con el espíritu de logro del programa Apolo.